Recambio metabólico

 

El recambio metabólico es el ciclo de degradación y reconstrucción de las proteínas.

Fue contemplado por Schenheimer por primera vez en 1930. Hasta entonces, se pensaba que una vez los componentes celulares se formaban, permanecían estables durante todo el ciclo celular.

El recambio metabólico es necesario para que no se paralice la actividad vital y permite controlar el nivel de las sustancia en cada momento. La velocidad de síntesis y de degradación es equilibrada para compuestos que se presentan en concentración constante.

Su ritmo se regula con tres factores: el aporte de nutrientes, el ejercicio físico y el sistema hormonal. El recambio metabólico es notable en células o tejidos que se adaptan rápidamente a cambios de composición química en sus elementos nutritivos, como el hígado, la mucosa intestinal, etc.

Las enzimas,como otras moléculas celulares, sufren recambio metabólico y, por consiguiente, se degradan y se sintetizan continuamente. Esto permite regular la cantidad de un enzima que hay en un momento dado. La velocidad de síntesis enzimática dependerá de la velocidad de transcripción del gen que la codifica. Controlando la actividad enzimática. Los organismos disponen de varios mecanismos para modificar la actividad enzimática. Uno de los más importantes es la regulación por retroinhibición. En este mecanismo intervienen las enzimas alostéricas, las cuales catalizan reacciones que están localizadas en puntos clave de una ruta metabólica.

El recambio metabólico ocurre también con otros nutrientes como la glucosa, cuyo contenido en sangre permanece relativamente constante. El concepto de recambio, además, puede aplicarse a varios niveles dentro del organismo (molecular, tejidos, celular, corporal y órganos).

Así, la concentración de compuestos ricos en energía, se mantiene constante casi en su totalidad a través del equilibrio entre síntesis e hidrólisis. La ventaja principal de este proceso de recambio es que el organismo es capaz de responder rápidamente a los cambios de estado metabólico, alterando tanto la síntesis como la degradación para conseguir la respuesta necesaria.

 

 

 

 

 

 

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